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Jan 28, 2024

Cuba sin toallas higiénicas desde enero

Porque su único productor no podía pagar las materias primas.

Las mujeres con dólares estadounidenses aún pueden comprar el producto en los mercados ilícitos o en línea, el resto debe improvisar.

Por 14ymedio

HAVANA TIMES – Durante todo el año, las mujeres cubanas se han quejado de que no han podido encontrar toallas higiénicas en las tiendas del país. El gobierno finalmente emitió una explicación oficial el jueves pasado: la fábrica Mathisa en Sancti Spíritus, único proveedor del país, tuvo que parar la producción en enero por falta de materia prima y no tenía dinero para comprar más.

El director de la empresa, Ángel Pozo González, dijo al diario provincial Escambray que ahora la mayor producción depende de un envío de polietileno, que se espera que llegue hasta julio, y advirtió que el producto seguirá siendo escaso en las farmacias del país. Las mujeres con dólares estadounidenses todavía pueden comprar el producto en el mercado ilícito, el resto debe improvisar.

El derrumbe de la economía cubana ha pesado mucho en las operaciones de Mathisa, que en 2021 fue calificada en la prensa provincial como una planta nueva con exceso de inventario por problemas de distribución. Solo dos años después, la producción se paralizó porque la fábrica se quedó sin materia prima, específicamente polietileno, que se usa para fabricar el plástico que cubre la almohadilla.

Mathisa depende exclusivamente de materia prima del exterior y Pozo González admitió que las "limitaciones" financieras habían dificultado su importación. Dijo que desde entonces los funcionarios aprobaron compras adicionales y que la compañía esperaba que los proveedores en México y Finlandia comenzaran los envíos el próximo mes.

El director admitió que los envíos de materia prima se escalonarían, pero afirmó que la fábrica está lista para reanudar la producción de inmediato, operando hasta tres turnos por día para alcanzar el objetivo de producción de este año de más de 4,5 millones de paquetes.

Antes de cerrar, la planta estaba operando a su máxima capacidad. Durante los pocos días de enero, cuando aún estaba en funcionamiento, produjo 560.000 paquetes, muy cerca de su objetivo del primer trimestre. “Agotamos el 100% de la materia prima que teníamos en nuestros almacenes porque el producto escaseaba y estábamos tratando de acelerar el ciclo de entrega”, explicó Pozo González. Dijo que toda la producción ya se había enviado y ya no estaba disponible para la compra.

Además de Sancti Spíritus, Mathisa abastece a las provincias de Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Camagüey con sus seis variedades de productos de la marca Mariposa. Por lo general, se venden en farmacias o en línea a través de la cadena de tiendas Caribe y Cimex. Pozo González advierte, sin embargo, que la producción será muy inferior a los diez a catorce millones de envases que producía en años anteriores.

Las almohadillas Mathisa no gozan de buena reputación. Los clientes se quejan de que la capa exterior del producto se siente áspera al tacto y tiende a moverse, y que la mala calidad del adhesivo impide que permanezcan en su lugar. Las almohadillas tampoco son tan absorbentes como las de otras marcas, por lo que los consumidores tienen que usar más.

Durante el cierre, la empresa despidió a cuarenta trabajadores, transfirió a cincuenta y mantuvo un personal de mantenimiento de veinte. Pozo González dice que la situación no es diferente a la de las otras dos plantas de Mathisa, una en la provincia de Granma y la otra en La Habana.

Esta no es la primera vez que Mathisa, que exporta más de cuarenta y dos millones de almohadillas al año, ha tenido que detener sus operaciones debido a la escasez de materias primas. En 2018 la empresa estatal informó que ocho de los diez materiales que necesitaba para producir las almohadillas fueron importados de España, Italia y China. Sólo el embalaje se produce en el país.

Los problemas de la empresa no hacen más que aumentar. Cada vez es más difícil encontrar sus productos en las farmacias racionadas, donde las toallas sanitarias para un mes se venden a sólo 1,20 pesos. Mientras tanto, los precios en el mercado ilícito oscilan entre 200 y 250 pesos.

De lo que no ha hablado en ningún momento la prensa oficial es de Thai Binh, una empresa vietnamita que opera en la Zona Especial de Desarrollo Mariel desde 2019. Sus toallas higiénicas se pueden adquirir por dólares o por internet a través de sitios web donde los emigrados cubanos pueden adquirir artículos. para sus familiares en la isla.

Traducido portraduciendo cuba

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